GERMINANDO...

Seré, extrañamente
sin dejar la hombría y mi vestidura de caballería
como una flor,
abierta y reposada...
en espera de las presencias que vengan
a untar sus cuerpos y sus extremos infinitos
en mi germen nativo;
que extraigan el polen urgente,
de un cual y sin par: busca y espera
y que se lo lleven a declamar mi prosa a otros vientres,
también nativos
...y furtivos.

Con ello, profetizar mi obra,
expandir mi mirada y mis dominios,
mi gesta –cual se dice heroica-
y ampliar los terruños de mi siembra.

Dejar mis huellas por doquier,
madurando el mustio silencio
y balbuceando, con cierto miedo...
lo que necesito.

Quedándose
-en otrora escucha- para siempre
en los oídos desconocidos
que me han hecho revi-sobre-vivir;
y seguir; continuar; ser;
empezar y andar enhiesto, aunque errante
pero hoy, más literato y músico que nunca.

Y con ello,
dejar de ser el Escribano de la Muerte
para erigirme en un rito propio
como el Juglar de la Vida...
de la trova que ahora ¡sí existe!
y se hará oir en demasía
entre arpegios y violines.

De los innatos versos prosaicos -ignorantes de recursos-
que se dejan caer de mi piel,
que me visten, gota a gota, desde mi sudor,
que se exhalan de mi aliento,
que brotan de mi vacío, naciéndose...
que me alientan y alimentan,
que me roban el tiempo
para hacerlo eterno y fecundo.

Que me hacen ser Padre y Creador, una y otra vez;
prolífico hacedor de magia
y de mis huellas... de mi flora
sedada por el duelo, pero,
vestida con la Armadura del ArcoIris... llena,
sí... llena de vida nueva.

"Desta" VIDA que espera por mí,
como un merecido regalo de Dios.

Bienvenida *** Mi *** Nueva *** Vida.

(veintisietedesept2006)