
Soy de tu prole inexistente, único legatario
que me traigo en las prendas, toda tu prosapia y tu alcurnia denostada;
de legendario, trastocado e incesante Caballero de causas perdidas y abandonadas,
y hoy, de a poco me convierto en juglar de las caballerías modernas,
recibiendo las dádivas de otras y otros que me escuchan
y que se dejan llevar por mis prosas prosaicas, perennes pero dejaderas.
Y a la deshonra, los estigmas y las afrentas daré espada por ofrenda
para partirlas en pedazos de cien historias
y devolverlas al lugar de donde nunca debieron salir.
Subiré enseguida al estrado y luego al Olimpo
y de ahí me dejaré caer, seguro de que el viento me sostendrá en vida
que me guiará hacia el pacífico océano para que mi estrepitosa caída no duela tanto.
Con el transparente salar del mar me purificaré y embarcaré sobre la espuma.
Me iré de fiesta solitaria, entre proa y popa, matando el tiempo y la espera
hasta llegar a algún puerto de mis mañanas.
Socavaré el sendero de los destinos
y marcaré con huellas imborrables cada paso desta andanza.
Me sumiré en la profundidad de la desidia y en lo profano del silencio, para su encaro
y crepitaré como llama encendida cuando vea que algo de ello me acose y ose en desafíos.
No moriré en el intento, sin antes intentarlo todo,
no abandonaré la esencia del Mar, la Tierra y el Cielo obsequiados,
pues no bajaré la guardia ante ningún requiebro ni posada que me detenga
y no habrá en mí, cansancio ni derrota que me extinga o me tiente,
ni que me allane o me inunde de pereza y de mordazas.
...Que por mas que me silencien, jamás dejaré de gritar
desde el principio de antes que todo lo habido
hasta el lugar que hay después de la eternidad, que así,
tan desmesurado, inexplicable, compulsivo y hasta morir en desespero,
así es como Ama Un Caballero de los Sueños y la Pasión.